Translate

diumenge, 17 d’abril del 2016

Amenazados de resurrección

Dicen que estoy "amenazado de muerte"... Tal vez. Sea ello lo que fuera estoy tranquilo. Porque si me matan, no me quitarán la vida, Me la llevaré conmigo, colgando sobre el hombro, como un morral de pastor...

A quien se mata se le puede quitar todo previamente, tal como se usa hoy, dicen: los dedos de la mano, la lengua, la cabeza... Se le puede quemar el cuerpo con cigarrillos, se le puede aserrar, partir, destrozar, hacer picadillo... Todo se le puede hacer, y quienes me lean se conmoverán profundamente, y con razón.
Yo no me conmuevo gran cosa, porque, desde niño, alguien sopló a mis oídos una verdad inconmovible que es, al mismo tiempo, una invitación a la eternidad: "No temáis a los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden quitar la vida".
La vida -la verdadera vida- se ha fortalecido en mí cuando, a través de Pierre Teilhard de Chardín, aprendí a leer el Evangelio: el proceso de la Resurrección empieza por la primera arruga que nos sale en la cara; con la primera mancha de vejez que aparece en nuestras manos; con la primera cana que sorprendemos en nuestra cabeza un día cualquiera, peinándonos; con el primer suspiro de nostalgia por un mundo que se deslíe y se aleja, de pronto, frente a nuestros ojos...
Así empieza la resurrección. Así empieza no eso tan incierto que algunos llaman "la otra vida", pero que en realidad no es la "otra vida", sino la vida "otra"...
Dicen que estoy amenazado a muerte... De muerte corporal a la que amó Francisco.
¿Quién no está "amenazado de muerte?" lo estamos todos desde que nacemos. Porque nacer es un poco sepultarse también...
Amenazado de muerte. ¿Y qué? Si así fuere, los perdono anticipadamente. Que mi cruz sea una perfecta geometría de amor, desde la que puedas seguir amando, hablando, escribiendo y haciendo sonreír, de vez en cuando, a todos mis hermanos los hombres.
Que estoy amenazado de muerte... Hay en la advertencia un error conceptual. Ni yo ni nadie estamos amenazados de muerte. Estamos amenazados de vida, amenazados de esperanza, amenazados de amor...
Estamos equivocados. Los cristianos no estamos amenazados de muerte. Estamos "amenazados" de resurrección. Porque además del Camino y de la Verdad, es el de la Vida, aunque esté crucificada en la cumbre del basurero del Mundo...

Un periodista guatemalteco

(Pensaments, reflexions i pregàries. Fundació Pere Tarrés, La Ruca-Setmana Santa 2016)

El monjo i l’escorpí

Una vegada, un monjo errant va arribar a la riba d’un riu que havia de creuar. Mentre es preparava per creuar a l’altre costat, va veure un escorpí que lluitava per pujar a una fulal que surava. A punt d’ofegar-se, havia aconseguit aferrar-se a la fulla i intentava pujar.
El monjo va sentir pena per l’escorpí i va intentar aixecar-lo per col·locar-lo sobre el full. Sobtadament, l’escorpí li va picar la mà, aquest la va treure i l’escorpí va caure del full. El monjo va observar llavors que l’escorpí, a punt d’ofegar-se intentava aconseguir de nou la fulla. Ple de compassió, va intentar novament ajudar-lo però de nou el va picar.
Un home que passava per allà va presenciar l’escena i va cridar l’atenció del monjo. “Senyor, s’ha adonat de l’ingrat que ha estat l’escorpí en un primer moment i, malgrat tot, vostè el vol ajudar per segona vegada.  No és una bajanada potser?

Encara adolorit per les dues picades, el monjo va contestar amb tranquil·litat, “el seu és un bon consell senyor, però l’escorpí m’ha picat instintivament. Aquesta és la seva naturalesa. Si l’escorpí no pot apartar-se de la seva naturalesa, com pot esperar que jo abandoni la meva?

(Pensaments, reflexions i pregàries. Fundació Pere Tarrés, La Ruca-Setmana Santa 2016)

QUEDA PROHIBIDO

Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreís a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonar todo por miedo.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera el último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos
sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no creer tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

Atribuido a Pablo Neruda, aunque esto es cada vez más incierto.


(Pensaments, reflexions i pregàries. Fundació Pere Tarrés, La Ruca-Setmana Santa 2016)

PARE NOSTRE

Has pensat mai com diria Déu el Parenostre? 

Fill meu, que estàs a la Terra 
preocupat, confós, desorientat, solitari, trist, angoixat. 

Jo conec perfectament el teu nom 
i el pronuncio beneint-lo perquè t’estimo. 

No! No estàs sol, perquè jo habito en tu. 

Junts construirem aquest regne del qual tu n’ets el meu hereu.

Desitjo que sempre facis la meva voluntat 
perquè la meva voluntat és que siguis feliç. 

Sàpigues que comptes amb mi 
jo mai t’abandonaré i tindràs sempre el pa per avui. 

No et preocupis. Només et demano que 
sempre el comparteixis amb els altres, amb els teus germans. 

Sàpigues que sempre perdono les teves ofenses 
fins i tot abans que les cometis, 
fins i tot sabent que les faràs 
i et demano que facis tu el mateix amb els que t’ofenen. 

Desitjo que mai caiguis a les temptacions 
i per això et demano que t’agafis fort a la meva mà. 

Sempre aferra’t a mi i jo et deslliuraré de tot mal. 

Recorda i no oblidis mai que T’ESTIMO 
des del principi dels teus dies i que t’estimaré sempre. 

Perquè jo sóc el teu pare.

(Pensaments, reflexions i pregàries. Fundació Pere Tarrés, La Ruca-Setmana Santa 2016)

La Copa

Esconder un susto tras la puerta para el que falta por llegar
Con un papel hacer un barco y con el sueño ver el mar
Pararme en medio del barullo de la gente y escucharte
Juntar oreja izquierday hombro para leer à JJJ
Invitar a bocata y café al pobre que pide y charlar
Tomar una caña con mis defectos y complejos
Mirarme a la cara y sacar la lengua al orgullo
Pedirte siempre ayuda antes de empezar
Contemplar la belleza de los corazones
Silbar en el metro y en el ascensor
Olear la libertad desde el amanecer
Aparcar la imagen en la cochera
Dejar salir la mosca y no matar
Estirarme hasta no poder más
Reírme de cómo bebe el gato
Mirar a los niños jugar
Caer cansado de amar
Cantar por la calle
Bailar en la ducha
Llorar en la noche
Acariciar un árbol
Dejar ganar al niño
Reírme estando solo
Bromear con el abuelo
Soplar contra el viento
Recoger un papel del suelo
Dar los buenos días al canario
Tener tiempo de no hacer nada
Respirar sin prisas el aire del campo
Dejar abierta la puerta de los esquemas
Hacer dos ojos y una nariz a la loncha de jamón
Fijarme en los detalles que cada día Tú me das

***Luna y estrellas mirar antes de persiana bajar***
*****Pasar la revisión al corazón para dormir en paz *****
Y cuando se apague el sol, y quedemos Tú y yo, … darte gracias
Todo esto y mucho más son locuras para amar.

¡Date un sorbo!


(Pensaments, reflexions i pregàries. Fundació Pere Tarrés, La Ruca-Setmana Santa 2016)

Si pudiera vivir nuevamente mi vida

Si pudiera vivir nuevamente mi vida.

En la próxima trataría de cometer más errores.

No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.

Sería menos higiénico.

Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.

Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.

Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.

Pero si no lo saben, de eso está hecha la vida, solo de momentos;
no te pierdas el ahora.

Yo era un de esos que nunca iban a ninguna parte sin el termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.

Daría más vueltas en caselita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.

Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.

J. Borges.

  • Cal tornar a viure per plantejar-se “coses de la vida?

(Pensaments, reflexions i pregàries. Fundació Pere Tarrés, La Ruca-Setmana Santa 2016)

Credo de Mario Benedetti

De pronto uno se aleja
de las imágenes queridas,
amiga, quedás frágil en ele horizonte,
te ha dejado pensando en muchas cosas
pero ojalá pienses un poco en mi.

Vos sábes
en esta excursión a la muerte
que es la vida,
me siento bien acompañado,
me siento casi sin respuestas,
cuando puedo imaginar que allá lejos,
quizá creas en mi credo antes de dormirte
o te cruces conmigo en los pasillos del sueño.

Está demás decirte que, a esta altura,
no creo en predicadores, ni en generales,
ni en las nalgas de miss universo,
ni en el arrepentimiento de los verdugos,
ni en el catecismo del confort,
ni en el flaco perdón de dios.
A esta altura del partido,
creo en os ojos y las manos del pueblo,
en general,
y en tus ojos y tus manos
en particular.

(Pensaments, reflexions i pregàries. Fundació Pere Tarrés, La Ruca-Setmana Santa 2016)

divendres, 8 d’abril del 2016

La Gerra esquerdada

Un carregador d'aigua de l'Índia tenia dos grans gerres que penjaven als extrems d'un pal i que portava a sobre de les espatlles.
Una de les gerres tenia diverses esquerdes, mentre que l'altra era perfecta i conservava tota l'aigua al final del llarg camí a peu, des del rierol fins a la casa del seu patró, però quan arribava, la gerra trencada només tenia la meitat de l'aigua . Durant dos anys complets això va ser així diàriament. Per descomptat, la gerra perfecta estava molt orgullosa dels seus èxits, ja se sabia perfecta per als fins per als quals va ser creada. Però la pobra gerra esquerdada estava molt avergonyida de la seva imperfecció i se sentia miserable perquè només podia fer la meitat de tot el que se suposava que era la seva obligació.
Després de dos anys, la gerra trencada li va parlar a l'aiguader dient-li: "Estic avergonyida i em vull disculpar amb tu perquè a causa de les meves esquerdes només pots aprofitar la meitat de la meva càrrega i només obtens la meitat del valor que hauries de rebre."
L'aiguader afligit, li va dir compassivament: "Quan tornem a casa vull que miris les bellíssimes flors que creixen al llarg del camí."
Així ho va fer la gerra. I en efecte, va veure moltíssimes flors precioses al llarg del trajecte, però de totes maneres es va sentir afligida perquè al final, només quedava dins de si la meitat de l'aigua que havia de portar.
L'aiguader li va dir llavors: 
"Et vas adonar que les flors només creixen en el teu costat del camí? Sempre he sabut de les teves esquerdes i vaig voler treure el costat positiu d'això. Vaig sembrar llavors de flors a tot el llarg del camí per on vas i tots els dies les has regat i per dos anys jo he pogut recollir aquestes flors per decorar l'altar de la meva Mare. Si no fossis exactament com ets, amb tot i els teus defectes, no hagués estat possible crear aquesta bellesa."
Tots tenim defectes, debilitats i qualitats i hem de treure profit de tots ells, mai hem de sentir-nos menys o més que altres, perquè tots tenim un objectiu que complir, una feina a fer. Cada un de nosaltres té les seves pròpies esquerdes. Superar-les implica un treball personal profund i compromès.

Una família i un ruc

Hi havia una vegada un matrimoni amb un fill de dotze anys i un ase, que van decidir viatjar, treballar i conèixer món. Així varen marxar tots tres amb el ruc.
Al passar pel primer poble, la gent comentava:
– Mira aquest noi malcriat; ell a sobre del ruc i els pobres pares, ja grans, portant-lo de les renes.
Aleshores, la dona va dir al marit:
– No permetem que la gent parli mal del nen.
El home el va baixar i se’n va pujar ell. En arribar al segon poble, la gent murmurava:
– Mira que pocavergonya aquest tipus; deixa que la criatura i la pobre dona estirin de l’ase, mentre ell va molt còmode a sobre.
Aleshores, van prendre la decisió de pujar-la a ella a l’ase, mentre pare i fill estiraven de les regnes. En passar pel tercer poble, la gent deia:
– Pobre home. Segur que després de treballar tot el dia, encara ha de portar a la dona sobre el ruc. I pobre fill, quina vida li espera amb aquesta mare!
Es varen posar d’acord i van decidir de pujar tots tres a l’ase per seguir amb el seu pelegrinatge. En arribar al poble següent, van escoltar que els habitants s’exclamaven:
– Mare de Déu, que en són de bèsties aquests tres. Tots tres a sobre del pobre animal. Li trencaran l’esquena!
Finalment, van decidir de baixar tots tres i caminar al costat del ruc. Però en passar pel següent poble van escoltar que la gent se’n reia:
– Mira tu aquests tres babaus: van caminant, quan tenen un burro que podria portar-los.
Conclusió: no escoltis massa el que diu la gent, perquè facis el que facis, sempre et criticaran! De manera que tria tu mateix quina és la decisió correcta, i un cop n’estiguis convençut, no t’importi el que pugin pensar els altres.
La família del conte al final van decidir continuar el viatge, pujant una estoneta cadascú a sobre el ruc, i deixant-lo descansar també de tant en tant. I quan arribaven a un poble, ja podien dir el que volguessin, perquè ells tenien clar de què ho estaven fent bé.

Construir ponts enlloc de tanques

No fa gaire temps, dos germans que vivien en granges contigües van tenir problemes. Va ser el primer conflicte seriós que tenien en 40 anys de treballar junts, compartint maquinària i intercanviant collites i béns en forma contínua.
Aquesta llarga i beneficiosa col·laboració va acabar de sobte. Va començar amb un petit malentès i va anar creixent fins a arribar a ser una gran diferència entre ells, fins que va explotar en un intercanvi de paraules amargues seguit de setmanes de silenci.
Un matí algú va trucar a la porta d’en Lluís. En obrir la porta, va trobar un home amb eines de fuster. "Estic buscant feina per uns dies", va dir el foraster, " i potser vostè necessita algunes petites reparacions aquí a la seva granja i jo puc ajudar-lo".
"Sí", va dir el germà gran, "tinc un treball per a vostè. Miri a l’altre costat del rierol aquella granja, allà hi viu el meu veí, bé, de fet és el meu germà petit. La setmana passada hi havia un bell prat entre nosaltres i ell va prendre el seu buldòzer i va desviar el llit del rierol i el va fer passar entre les dues granges, perquè quedés clara la distància entre nosaltres.
Ell va fer això, potser per a enfurir-me, però jo n’hi vull fer una de més grossa. Veu vostè aquella pila de troncs al costat del graner? Vull que construeixi una tanca, una tanca de dos metres d’alt. No vull veure’l mai més."
El fuster li va dir: "Crec que comprenc la situació. Mostri’m on estan els claus i la pala per a fer els clots dels pals i li lliuraré un treball que el deixarà satisfet."
El germà gran va ajudar al fuster a reunir tots els materials i va deixar la granja per la resta del dia per a anar a comprar provisions al poble. El fuster va treballar de valent tot el dia mesurant, tallant, clavant.
Al capvespre, quan el granger va tornar, el fuster just havia acabat el seu treball. El granger va quedar amb els ulls completament oberts. No hi havia cap tanca de dos metres! 
En el seu lloc hi havia un pont, un pont que unia les dues granges a través del rierol! - Era una fina peça d’art, fins i tot amb passamans.
En aquest moment, el veí, el seu germà petit, va venir des de la seva granja i abraçant el seu germà li va dir: "Ets un gran amic, mira que construir aquest pont preciós després de tot el que he fet i he dit!".
Estaven en plena reconciliació els dos germans, quan van veure que el fuster prenia les seves eines.
"No, espera!", li va dir el germà gran. "Queda’t uns quants dies. Tinc molts projectes per a tu".
"M’agradaria quedar-me", va dir el fuster, "però tinc molts ponts per construir".

El bitllet de 50 euros

En Pau, amb el rostre abatut per la tristesa, es reuneix amb la seva amiga Laura en un bar per prendre un cafè. Deprimit, va descarregar en ella la seva angoixa ... que si el treball, que si els diners, que la relació amb la parella, que la seva vocació! ... Tot semblava que li anés malament. Tot d’una, la Laura fica la mà al bolso i en treu un bitllet de 50 euros i li diu: “El vols, aquest bitllet?”
En Pau, tot confós, li va contestar: “És clar, Laura ... són 50 euros, ¿qui no els voldria?” Aleshores, la Laura va agafar el bitllet amb un dels seus punys i el va arrugar fins a convertir-lo en una petita bola. Mostrant-li la piloteta al Pau, li va tornar a preguntar: “I ara, ¿també el vols?” “Laura, no sé què pretens amb això, però segueixen essent 50 euros. És clar que els agafaré, si me’ls dónes”.
La Laura va desdoblegar el bitllet rebregat, el va llençar al terra i el va trepitjar amb el peu, recollint-lo ben brut i marcat. “El vols encara?” “Mira, Laura, segueixo sense entendre on vols anar a parar, però encara segueix essent un bitllet de 50 euros, i mentre no el trenquis, conserva el seu valor ...”
“Pau, cal que et donis compte que tot i que sovint les coses no et surtin com tu vols, malgrat la vida et rebregui o et trepitgi, segueixes essent tan valuós com ho has estat sempre ... El que cal que et preguntis és quant vals realment i no com n’estàs de desfet en un moment donat.”
En Pau es quedà mirant la Laura sense saber què dir, mentre l’impacte del missatge anava calant profundament en el seu cap. 
La Laura va posar el bitllet rebregat en el seu cantó de la taula.i amb un somriure de complicitat va afegir: “Té, guarda’l, per tal que et recordis d’això quan et sentis malament ... però em deus un bitllet nou de 50 euros per poder-lo usar amb un altre amic que el necessiti.” Li va fer un petó a la galta i se n’anà cap a la porta. 
En Pau tornà a mirar el bitllet, va somriure, el va guardar i amb renovada energia cridà el cambrer per pagar el compte ...

Ubuntu

Un antropòleg va proposar un joc als nens d'una tribu africana. Va posar una cistella plena de fruites a prop d'un arbre i els hi va dir als nens que aquell qui arribés primer guanyaria totes les fruites.
Quan va donar el senyal de córrer, tots els nens es van agafar de les mans i van córrer junts per agafar la cistella, després es van asseure junts a gaudir del premi.
Quan ell els va preguntar per què havien corregut així, si un només podia guanyar totes les fruites, li van respondre:
UBUNTU, com un de nosaltres pot ser feliç si tots els altres estan tristos?
UBUNTU, en la cultura Xhosa significa: "Jo sóc, perquè nosaltres som."

Ha mort la persona que impedia el teu creixement!!!

Un dia, quan els empleats van arribar a treballar, es van trobar a la recepció, amb un enorme cartell, en el que estava escrit: "Ahir va morir la persona que impedia el creixement de vostè, en aquesta empresa. Està vostè convidat a la vetlla, la qual tindrà lloc a l’auditori de l’empresa."
Al principi, tots els treballadors es van entristir per la mort d’un dels seus companys. Poc després, van començar a sentir curiositat per saber, qui era la persona, que havia estat impedint el creixement dels seus companys i de la pròpia empresa.
L’agitació a l’auditori era tal, que va ser necessària la intervenció del cos de seguretat, per tal d’organitzar la fila a la vetlla. A mida que les persones s’anaven apropant al taüt, l’excitació augmentava: "Qui serà el que estava impedint el meu progrés? Que bo, que l’infeliç s’ha mort.!!"
Un a un, els empleats agitats, s’aproximaven al taüt, miraven al difunt i s'empassaven la saliva. Es quedaven uns minuts en el més absolut silenci, com si li haguessin tocat en el més profund de la seva ànima.
Doncs bé, en els fons del taüt, hi havia un mirall..... i per tant, cadascú es veia a si mateix....amb un rètol que deia:
“Només existeix una persona capaç de limitar el teu creixement: TU MATEIX!!”
Així doncs: Tu ets la única persona que pot fer una revolució en la teva vida.
Tu ets la única persona que pot perjudicar la teva vida, i tu ets la única persona que es pot ajudar a si mateixa.
La vida no canvia quan canvia el teu cap, o els teus amics, o la teva parella.....la teva vida canvia, quan tu canvies. Ets l’únic responsable de la teva vida, no ens podem deixar vèncer.
El món és com un mirall que torna a cada persona el reflex dels seus propis pensaments. La forma en que visquem la vida, és el que fa la diferència.
Jo et recomanaria que et capbussessis al teu interior i trobis on ets. Per fer-ho, busca un lloc tranquil, on puguis respirar conscientment i preguntat: Què passa realment a la meva vida?

La cadira

Hi havia una vegada un noi anomenat Mario a qui li encantava tenir milers d'amics. Presumia moltíssim de tots els amics que tenia a l'escola, i que era molt amic de tots. El seu avi se li va acostar un dia i li va dir:
- Ens juguem una bossa de crispetes al fet que no tens tants amics com creus, Mario. Segur que molts no són més que companys o còmplices de les vostres malifetes.
Mario va acceptar l'aposta sense dubtar-ho, però com que no sabia molt bé com provar que tots eren els seus amics, li va preguntar a la seva àvia. Aquesta va respondre:
- Tinc just el que necessites a les golfes. Espera un moment.
L'àvia va sortir i al poc va tornar com si portés alguna cosa a la mà, però el Mario no va veure res.
- Agafa-. És una cadira molt especial. Com és invisible, és difícil seure, però si la portes a l'escola i aconsegueixes seure en ella, activaràs la seva màgia i podràs distingir als teus amics de la resta de companys.
Mario, valent i decidit, va prendre aquella estranya cadira invisible i se'n va anar amb ella a l'escola. En arribar l'hora de l'esbarjo, va demanar a tots que fessin un cercle i es va posar al mig, amb la seva cadira.
- No us mogueu, aneu a veure alguna cosa al·lucinant.
Llavors es va anar a seure a la cadira, però com que no la veia, va fallar i va callar de cul. Tots es van tirar unes bones rialles.
- Espereu, espereu, que no m'ha sortit bé - va dir mentre tornava a intentar-ho.
Però va tornar a fallar, provocant algunes cares d'estranyesa, i les primeres burles. El Mario no es va rendir, i va seguir tractant de seure a la màgica cadira de la seva àvia, però no deixava de caure a terra ... fins que de sobte, una de les vegades que va anar a seure, no va caure i es va quedar en l'aire ...
I llavors, va comprovar la màgia de la qual va parlar la seva àvia. En mirar al voltant va poder veure al Jordi, el Lluc i la Diana, tres dels seus millors amics, subjectant perquè no caigués, mentre molts altres dels que havia pensat que eren els seus amics no feien sinó burlar-se'n i gaudir amb cadascuna de les seves caigudes. I aquí va parar el numeret, i retirant-se amb els seus tres veritables amics, els va explicar com els seus enginyosos avis se les havien apanyat per ensenyar-li que els bons amics són aquells que ens volen i es preocupen per nosaltres, i no qualsevol que passa al nostre costat, i menys encara els qui gaudeixen amb les coses dolentes que ens passen.
Aquella tarda, els quatre van anar a veure l'avi per pagar l'aposta, i ho van passar genial escoltant les seves històries i prenent crispetes fins a rebentar. I des de llavors, moltes vegades van usar la prova de la cadira, i quants la superaven van resultar ser amics per a tota la vida.

dijous, 7 d’abril del 2016

Les galetes

Una noia estava esperant el seu vol en una sala d'espera d'un gran aeroport. Com havia d'esperar una llarga estona, va decidir comprar un llibre i també un paquet amb galetes.
Es va asseure en una sala de l'aeroport per a poder descansar i llegir en pau.
Seient de per mig, es va situar un home que va obrir una revista i va començar a llegir. Entre ells van quedar les galetes.
Quan ella va prendre la primera, l'home també en va prendre una. Ella es va sentir indignada, però no va dir res.
Tot just va pensar:
- "Quina descarat; si jo estigués més disposada, fins i tot li donaria un cop perquè mai més s'oblidi!".
Cada vegada que ella agafava una galeta, l'home també en prenia una. Allò la indignava tant que no aconseguia concentrar-se ni reaccionar. Quan quedava només una galeta, va pensar: "què farà ara aquest abusador?"
Llavors, l'home va dividir la última galeta i va deixar una meitat per a ella. Ah! No !. Allò li va semblar massa! Es va posar a bufar de la ràbia! Va agafar el seu llibre i les seves coses i es va dirigir al sector d'embarcament.
Quan es va seure a l'interior de l'avió, va mirar dins de la bossa ... Per a la seva sorpresa, allà estava el seu paquet de galetes !! ... .intacte, tancadet!!!
Va sentir tanta vergonya! Només llavors va percebre l'equivocada que estava. Hi havia oblidat que les seves galetes estaven guardades dins la seva bossa! L'home havia compartit les seves sense sentir-se indignat, nerviós, consternat o alterat.
Però ja no hi havia temps ni possibilitats per explicar o demanar disculpes. Però si per a raonar: Quantes vegades en la nostra vida traiem conclusions quan hauríem d'observar millor?

  • Quantes coses no són exactament com pensem sobre les persones?
  • I va recordar que existeixen quatre coses a la vida que no es recuperen:
    • Una pedra, després d'haver-la llançat;
    • Una paraula, després d'haver estat dita;
    • Una oportunitat, després d'haver-la perdut;
    • El temps, després d'haver passat.

L' engany del savi

En una ciutat de Grècia vivia un savi famós per tenir la resposta a totes les preguntes”. Un dia un adolescent, conversant amb un amic, va dir:
– Crec que sé com enganyar al savi. Li portaré un ocell que sostindré a la mà i li preguntaré si està viu o mort. Si diu que està viu, l’apretaré i un cop mort el deixaré caure al terra. Si diu que està mort obriré la mà i el deixaré volar.
El jove va arribar fins el savi i li va fer la pregunta:
- Savi, l’ocell que tinc a la mà, està viu o mort?
El savi va mirar al jove i li va dir:
- Noi, la resposta està a les teves mans.

L’amagatall invisible

Fa anys i panys, segons explica una llegenda hindú, tots els humans eren déus, però van abusar tant dels seus privilegis que Brahma, el Senyor dels Déus, va decidir que els treia el poder de la divinitat.
Llavors Brahma va organitzar una assemblea per decidir un amagatall on fos impossible que els humans trobessin el poder diví. Les divinitats menors prengueren la paraula per suggerir:
- Enterrem el poder de la divinitat al fons de la Terra.
Però Brahma els respongué:
- No coneixeu gens la curiositat humana. Furgaran per tot arreu fins que un dia la trobin!
- Llavors llencem-la a la fondària del mar!
Brahma somrigué:
- Conec massa bé els humans. Aviat o tard exploraran el fons dels oceans i tornaran a trobar el poder de la divinitat. No poden parar quiets!
Els déus menors ja no sabien què aconsellar.
- ¿On ho amagarem, doncs? Perquè si hem de creure el que ens dius, resulta que no hi ha enlloc, ni a la terra, ni al cel, ni al fons del mar, on aquest coi d’humans no arribin un dia o altre.
Llavors Brahma va tenir una gran idea:
- Amagarem el poder de la divinitat al cor dels humans, perquè segur que és l’únic lloc on no la cerquen!
I d’ençà d’anys i panys, l’home dóna voltes a la terra, explora, investiga, baixa al fons del mar...  buscant ‘aquella cosa’ estranya que es troba en ell mateix. 

Les dues muntanyes

En una terra deshabitada hi havia dues muntanyes que s'alçaven al bell mig d'una gran plana.
Una, era molt alta. Estava formada per unes roques grises, quasi blanques, que brillaven des que sortia el sol fins que s'amagava. Des del cim d'aquesta muntanya hom podia contemplar per tots costats una gran extensió de terra.
L'altra era més petitona. No tenia roques que brillaven, ni es podia veure gran cosa des del seu cim. L'única cosa que ens podia oferir era el color vermell de la seva argila i el verd de les herbes salvatges.
Un dia, la muntanya gran pensava: "Jo sí que en sóc, de bonica! En canvi aquesta muntanya veïna, tan baixa i tan lletja. No m'agradaria gens ésser com ella...”
La petita també feia els seus pensaments, i deia: "Per què dec servir jo? Sóc baixa, trista..., no tinc ni un punt que brilli..., només quatre herbotes que prou feina tenen per a créixer.”
Ah! però..., sabeu que va passar? Doncs, que un dia varen arribar per aquelles terres uns nois i noies forasters, carregats amb motxilles i tendes, buscant un lloc per acampar.
En veure aquelles muntanyes, van pujar primer a la més alta. Tots quedaren sorpresos de la seva bellesa i van decidir quedar-se al seu cim. Ah renoi! S'adonaren de sobte, que tot era pedra i no hi havia ni un sol lloc per a poder clavar la tenda...
Ben desenganyats van baixar cap a la petita, encara que no els agradés tant.
No sabeu pas l'alegria que van tenir quan van veure que allà sí que la tenda es clavava fàcilment.
Van passar uns dies, i com que hi estaven tan bé, decidiren quedar-s'hi una bona temporada.
Llavors començaren a plantar-hi verdures, arbres, flors i una gran figuera.
Aquella muntanya que pensava que no servia per a res, va convertir-se en un lloc meravellós, on la vida era agradable i acollidora. Mentre que la muntanya gran es va haver de quedar tota la vida igual, com al principi.

dimarts, 5 d’abril del 2016

Els tres filtres

Es conta que un deixeble d’un savi filòsof va arribar a casa i li va dir:
- Estimat mestre, es diu que un amic teu ha estat parlant malament de tu.
- Espera!- el va interrompre el filòsof -. Has fet passar pels tres filtres el que ara vas a explicar-me?
- Els tres filtres? – va dir el deixeble.
- Sí. El primer filtre és la veritat. Estàs segur de que el que vas a dir és absolutament cert?
- Bé, no ho sé directament. M’ho han dit uns veïns.
- Al menys –va dir el savi- ho hauràs passat pel segon filtre que és la bondat. A veure, això que vas a dir és bo per algú?
- No, realment, no. Més bé al contrari
- Ah,…mirem llavors el darrer filtre. El darrer filtre és la necessitat, creus que és realment necessari fer-me saber això que tant t’inquieta?
- De fet, no.
- Llavors –va dir el savi somrient- si no és veritat, ni és bo ni és necessari, millor l’enterrem a l’oblit.

Coh 5, 1-2
Reflexiona bé abans de dir res; no tinguis pressa a parlar en presència de Déu. Déu és al cel i tu a la terra; per tant, mesura les teves paraules. 2 Perquè així com l'excés de preocupacions provoca somnis, les moltes paraules porten a una xerrameca estúpida.

La revisió mèdica

Vaig anar a l'Hospital del Senyor per fer-me una revisió de rutina.
Em va fer adonar que estava malalt:
  • Quan Jesús em va prendre la pressió, va veure que estava baix de tendresa.
  • La temperatura registrava 40º d'egoisme.
  • Em va fer un electrocardiograma i el diagnòstic va determinar que necessitava alguns bypass d'amor, perquè les meves venes estaven bloquejades i no irrigaven suficientment el meu cor buit.
  • Vaig anar a l'ortopèdia: no podia caminar al costat del meu germà ni tampoc no podia abraçar-lo, perquè s'havia fracturat la cama i el braç sota el peu del meu orgull.
  • Va constatar que patia una forta miopia, que no em deixava veure més enllà de les aparences.
  • Quan em vaig queixar de sordesa, Jesús em va diagnosticar que només em quedava amb les paraules buides de cada dia.
Gràcies Senyor, perquè les teves consultes són gratuïtes i no es fan esperar. Prometo que, en sortir d'aquí, utilitzaré els remeis naturals que em proposes a l'Evangeli:
  • Al matí veuré un got d'agraïment.
  • Quan arribi al treball, o comenci l'escola, em prendré una bona cullerada de Bon dia.
  • Cada hora una pastilla de paciència.
  • Cada dia quan torni a casa, acceptaré unes injeccions d'amor.
  • I quan me'n vagi al llit, em tranquil·litzaré amb dues pastilles de consciència tranquil·la.

El mestre

El mestre explicava sempre una paràbola al finalitzar cada classe, però els alumnes no sempre entenien el sentit de la mateixa...
- Mestre - Li va dir un d'ells una tarda-. Tu ens expliques els contes però no ens expliques el seu significat...
- Demano perdó per això -es va disculpar el mestre-. Permet-me que en senyal de reparació et convidi a un ric préssec.
- Gràcies, mestre -va respondre afalagat el deixeble.
- Voldria, per a complimentar-te, pelar el teu préssec jo mateix. M'ho permets?
- Sí, moltes gràcies -va dir l'alumne.
- T'agradaria que, ja que tinc en la meva mà el ganivet, t'ho talli en trossos perquè sigui més fàcil menjar-lo?
- M'encantaria... Però no voldria abusar de la teva generositat, mestre...
- No és un abús si jo t'ho ofereixo. Només desitjo complaure't... Permet-me també que ho mastegui abans de donar-te'l...
- No, mestre. No m'agradaria que fessis això! -es va queixar sorprès el deixeble.
El mestre va fer una pausa. 
- Si jo us expliqués el sentit de cada conte, seria com donar-vos a menjar una fruita mastegada.

Sort o desgràcia?

Havia una vegada un camperol xinès, pobre però savi, que treballava la terra durament amb el seu fill. Un dia el fill li va dir:
- Pare, quina desgràcia! Se'ns ha anat el cavall.
- Perquè ho anomenes desgràcia? - va respondre el pare - veurem el que porta el temps...
Als pocs dies el cavall va tornar, acompanyat d'un altre cavall.
- Pare, quina sort! - va exclamar aquesta vegada el noi, el nostre cavall ha portat un altre cavall.
- Perquè ho anomenes sort? - va respondre el pare, vegem què ens porta el temps.
En uns quants dies més, el noi va voler muntar el cavall nou, i aquest, no acostumat al genet, es va encabritar i el va llançar al terra. El noi es va trencar una cama.
- Pare, quina desgràcia! - va exclamar ara el noi- m'he trencat la cama! 
I el pare, reprenent la seva experiència i saviesa, va sentenciar:
- Perquè ho anomenes desgràcia? Vegem el que porta el temps!
El noi no es convencia i ploriquejava en el seu llit. Pocs dies després van passar pel llogarret els enviats del rei, buscant joves per endur-se'ls a la guerra. Van venir a la casa de l'ancià, però com van veure al jove amb la seva cama encanyada, el van deixar i van continuar el camí.
El jove va comprendre llavors que mai cal donar ni la desgràcia ni la fortuna com absolutes, sinó que sempre cal donar-li temps al temps, per a veure si alguna cosa és dolenta o bona. 
La moralitat d'aquest antic consell xinès és que la vida dóna tantes voltes, i és tan paradoxal el seu desenvolupament, que l'inconvenient es fa bo, i allò bo, dolent.
El millor és esperar sempre el dia de bon matí, perquè tot succeeix amb un propòsit positiu per a les nostres vides.....

Les 7 meravelles del món

Un grup d'estudiants de Geografia, estudiaven les set meravelles del món. A l'acabar la classe, se'ls va demanar fer una llista de les que ells consideraven haurien de ser actualment les set meravelles del món.
Malgrat alguns desacords, la majoria va votar per les següents raons:
  • Les piràmides d'Egipte.
  • El Taj Mahal.
  • El Gran Canó.
  • El Canal de Panamà.
  • L'Empire State.
  • La basílica de Sant Pere.
  • La Gran Muralla Xinesa.

Mentre es feia la votació el mestre va notar, que una estudiant romania callada i no havia lliurat encara la seva llista.
Així que li va preguntar si tenia problema per acabar de fer la seva elecció. La noia tímidament va respondre. "Si, una mica. No podia decidir-me ja que són tantes les meravelles" El mestre va dir: "Bé, digues el que has escrit i potser podrem ajudar-te".
La noia va dubtar per uns instants, i després va llegir, Crec que les Set Meravelles del Món són:
  • Poder tocar.
  • Poder assaborir.
  • Poder veure.
  • Poder escoltar.
Amb certs dubtes va continuar:
  • Poder sentir.
  • Poder riure.
  • I ... Poder estimar.

En acabar de llegir-la sala de classe va quedar en un silenci absolut.
És molt senzill per a nosaltres poder veure moltes de les gestes de l'home i referir-nos a elles com meravelles, quan de vegades passen desapercebudes les meravelles que Déu va fer per nosaltres i que són senzillament "comuns".
Que avui recordis aquelles coses que són realment meravelloses i en sàpigues donar gràcies!

dilluns, 4 d’abril del 2016

La fusteria

Expliquem que a la fusteria hi va haver una vegada una estranya assemblea. Va ser una reunió d’eines per arreglar les seves diferències. El martell va exercir la presidència, però l’assemblea li va notificar que havia de renunciar. La causa? Feia massa soroll ! I, a més, es passava el temps colpejant.
El martell va acceptar la seva culpa, però va demanar que també fos expulsat el cargol; va dir que calia donar-li moltes voltes perquè servís d’alguna cosa.
Davant l’atac, el cargol va acceptar també, però al seu torn va demanar l’expulsió de la llima. Va fer veure que era molt aspra en el seu tracte i sempre tenia friccions amb els altres.
I la llima hi va estar d’acord, a condició que fora expulsat el metre que sempre se la passava amidant als altres segons la seva mesura, com si fos l’únic perfecte.
En això que va entrar el fuster, es va posar el davantal i va iniciar la seva feina. Va utilitzar el martell, la llima, el metre i el cargol. Finalment, la tosca fusta inicial es va convertir en un bonic moble.
Quan la fusteria va quedar novament sola, l’assemblea va reprendre la deliberació. Va ser llavors quan va prendre la paraula el xerrac, i va dir:  “Senyors, ha quedat demostrat que tenim defectes, però el fuster treballa amb les nostres qualitats. Això és el que ens fa valuosos, Així que no pensem ja en els nostres punts dolents i concentrem-nos en la utilitat dels nostres punts bons”
L’assemblea va trobar llavors que el martell era fort, el cargol unia i donava força, la llima era especial per a afinar i llimar asprors i van observar que el metre era precís i exacte.
Es van sentir llavors un equip capaç de produir mobles de qualitat. Es van sentir orgullosos de les seves fortaleses i de treballar junts.

Passa el mateix amb els éssers humans. Observeu i  ho comprovareu. Quan en un grup es busquen sovint defectes en els altres, la situació es torna tibant i negativa. En canvi, al tractar amb sinceritat de percebre els punts forts dels altres, és quan floreixen els millors assoliments humans.

És fàcil trobar defectes, qualsevol pot fer-ho, però trobar qualitats, això és per a esperits superiors que són capaços d’inspirar tots els èxits humans.

El conte de la muntanya

Un fill i el seu pare estaven caminant per les muntanyes ...
Tot d'una el fill es va fer mal i va cridar
-¡Aaaaaahhhhhh! 
Sorprès va sentir com la veu es repetia en algun lloc de la muntanya: 
-Aaaaaahhhhhh! 
Amb curiositat, va cridar:
- Qui ets?
Es va enfadar amb la resposta i va cridar:
-¡Covard! 
Va rebre la resposta:
- Covard!
Va mirar al seu pare i va preguntar:
- Què està passant? 
El pare va somriure i va dir:
- Fill meu, para compte.
El pare va cridar a la muntanya:
- T'admiro!
La veu va respondre:
- T'admiro!
Una altra vegada va cridar l'home:
- Ets un campió! 
La veu va respondre:
- Ets un campió!
El noi es va sorprendre, però no va entendre. Així que el seu pare li va explicar:
- La gent en diu Eco, però la veritat és que és la vida.

La nostra vida és simplement un reflex de les nostres accions.
Si vols que hi hagi més amor en el món, crea més amor al teu cor.
Si vols que hi hagi més competència en el teu equip, millora la teva competència. 
Es pot aplicar aquesta relació a tot, a tots els aspectes de la vida.
La vida tornarà tot el que li has donat.
La teva vida no és una coincidència. És un reflex de tu!

Un conte àrab

A un oasi arriba un jove, pren aigua, es renta i pregunta a un vellet que es troba descansant: Quina classe de persones hi ha aquí?
L'ancià li pregunta:
- Quina classe de gent hi havia al lloc d'on tu véns?
- Oh, un grup d'egoistes i malvats- va replicar el jove - Estic encantat d'haver-me anat d'allà.
A la qual cosa l'ancià va comentar: 
- El mateix hauràs de trobar aquí.
Aquest mateix dia, un altre jove es va acostar a beure aigua a l'oasi, i veient l'ancià, va preguntar:
- Quina classe de persones viuen en aquest lloc?
El vell va respondre amb la mateixa pregunta: 
- Quina classe de persones viuen al lloc d'on tu véns?
- Un magnífic grup de persones, honestes, amigables, hospitalàries, em dol molt haver-los deixat.
- El mateix trobaràs tu aquí -, va respondre l'ancià.
Un home que havia escoltat les dues converses li va preguntar al vell:
- Com és possible donar dues respostes tan diferents a la mateixa pregunta?
Al quin el vell va contestar:
- Cadascun porta en el seu cor el medi ambient on viu. Aquell que no va trobar res de bo en els llocs on va estar no podrà trobar una altra cosa aquí. Aquell que va trobar amics enllà podrà trobar amics aquí.

L'ancià cavaller

Hi havia una vagada un castell a prop d'un poble, al capdamunt d'una muntanya, que estava habitat per un terrible gegant a qui ningú no havia vist, però que emetia crits enormes -va dir Fredo-. Fins allà arribaven molts cavallers amb la intenció d'enfrontar-se al monstre, vèncer-lo i així aconseguir un nom i un prestigi, però tots sortien esglaiats, cridant que un poderós exèrcit, impossible de vèncer, els impedia creuar la primera sala, i fugien espantats per no tornar mai més. Un dia va arribar un ancià cavaller i els va dir que ell podia vèncer el gegant. “Ningú no ha estat capaç de creuar la primera sala i tu tens la pretensió d'arribar fins al monstre i vèncer-lo?”, se'n reien.
L'ancià cavaller deixà la seva espasa a la porta i va entrar al castell únicament armat amb la seva maça.
Gairebé al capvespre van escoltar una veu que els arribava des de dalt de tot de la torre. “Ja hi podeu entrar. Ningú no us farà cap mal”, cridava el cavaller.
Els habitants del poble van creuar la porta del castell, però no hi van trobar cap cos ple de sang. “Com has aconseguit vèncer l'exèrcit?”, van preguntar. “Aquí no hi havia cap exèrcit, sinó un munt de miralls on es reflectia mil vegades la imatge dels que van entrar-hi abans; unes de perfil, d'altres de front, algunes d'esquena... I totes eren tan amenaçadores com l'original, totes duien una espasa a la mà.
L'única cosa que he fet és trencar-los amb la meva maça, d'un en un, fins a arribar a la porta que condueix a la torre més alta, on no hi havia cap gegant, ni cap monstre, ja que els crits eren el producte del vent que es cola per les finestres obertes. Només les he tancat i els crits s'han acabat, els va contestar l'ancià cavaller.
- No som ni l'alegre, ni el trist, ni el furiós, ni el conversador, ni el simpàtic, ni l'altiu, ni l'humil, ni el sincer, ni l'orgullós... -vaig reflexionar.
- Aquestes són les imatges que veiem reflectides en els diferents miralls, però no som nosaltres- va dir Fredo, mirant-me els ulls-. On són els miralls? A la nostra ment. Ens sentim i vivim a estones alegres, a estones tristes, a estones furiosos, a estones adormits, a estones... Si no obrim els ulls i descobrim el gran engany, no podrem dominar tots els petits éssers que habiten en el nostre interior i que es barallen per poder sobreviure més temps. La nostra ment és l'exèrcit que ens impedeix que arribem a la torre del castell i descobrim: que no existeix ni monstre ni gegant, sinó que som nosaltres mateixos que impedim que avancem.

Els obstacles en el nostre camí

Fa molt de temps, un rei va col·locar una gran roca obstaculitzant un camí, llavors es va amagar i va mirar per veure si algú treia la tremenda roca.
Alguns dels comerciants més adinerats del rei i cortesans van venir i simplement li van donar una volta. Molts van culpar al rei sorollosament de no mantenir els camins clars, però cap va fer alguna cosa per treure la pedra gran del camí.
Llavors un camperol vi, i portava una càrrega de verdures. a l'aproximar-se a la roca, el pagès va posar la seva càrrega al pis i va tractar de moure la roca a un costat del camí, després d'empènyer i fatigar molt, ho va aconseguir, mentre recollia la seva càrrega de vegetals, va notar una cartera a terra, just on havia estat la roca.
La cartera contenia moltes monedes d'or i una nota del mateix rei indicant que l'or era per a la persona que remogués la pedra del camí. el pagès va aprendre el que els altres mai van entendre.
Cada obstacle presenta una oportunitat per millorar la condició d'un.

Cicatrius

Aquesta és la història d’un vailet que tenia molt mal caràcter. El seu pare li va donar un saquet de claus i li va dir que cada cop que perdés la paciència, hauria de clavar un clau darrera la porta. El primer dia, el noi va clavar 37 claus darrera la porta. Les properes setmanes, a mesura que ell aprenia a controlar el seu geni, clavava cada cop menys claus darrera de la porta. Va descobrir que era més fàcil controlar el seu geni que clavar claus darrera la porta. Va arribar el dia que va poder controlar el seu caràcter durant tot el dia. Després d’informar el seu pare, aquest li va suggerir que retirés un clau cada dia que aconseguís controlar el seu caràcter. Els dies passaren i el vailet va poder anunciar al seu pare que ja no quedaven més claus per retirar... El seu pare el prengué de la mà i el portà fins a la porta. Li digué: «has treballat molt dur, fill meu, però mira tots aquests forats a la porta. Mai més serà la mateixa. Cada cop que tu perds la paciència, deixes cicatrius exactament com les que veus aquí.»

Tu pots insultar algú i retirar el que has dit, però de la manera com li ho diguis li pots fer molt de mal, i la cicatriu romandrà per sempre. Una ofensa verbal és tan feridora com una ofensa física. Els amics són veritablement una joia rara. Et fan riure i t’animen a que tinguis èxit. T’ho deixen tot, comparteixen paraules d’elogi i sempre volen obrir-nos llurs cors.

Tenir un amic o una amiga és un gran tresor. No el malbaratis.